Jesús Cautivo, el Nazareno sin su cruz, ataviado con túnica blanca y un manto rojo, y con las manos atadas, salió en la noche del Martes Santo de la parroquia para realizar su Estación de Penitencia de forma solemne y muy emotiva.
El público volvió a llenar las calles y esquinas, en un respetuoso silencio solo roto por el arrastrar de las zapatillas de los costaleros y el llamador del capataz, para ver el discurrir de esta procesión por las calles Teniente Carrasco, Plaza Chica, Ramón y Cajal, Pozo, Estrella, Badajoz, Isaac Peral, Zafra y Plaza España, para recogerse de nuevo en la parroquia sobre las 23.30 horas.