Queridos santeños:

Quiso Dios o el destino que el Día de nuestra Patrona, la Virgen de la Estrella coincidiera con el Día de la Patrona de Extremadura, la Virgen de Guadalupe, y con la celebración del Día de Extremadura:

Nuestras voces se alzan y nuestros cielos se llenan de banderas verdes, blancas y negras;  “de una Virgen morena y muy bonita y de una radiante Estrella que de Los Santos es blasón”.

Extremadura, raíces, costumbres, tradición y devoción afloran en este 8 de Septiembre, día señalado en rojo para los extremeños en general y para los santeños en particular pero con la mirada puesta en nuestro pasado reciente,  en el pesar y el sufrimiento que durante los últimos meses venimos padeciendo; con el dolor por las personas que nos han dejado, con la empatía de los que han padecido o están padeciendo este terrible virus y con la solidaridad con todos aquellos, que además les ha sobrevenido como daño colateral, la crisis económica.

Decía, hace unos días en la entrega de los Premios “Los Santos Excelente” que estas circunstancias han hecho que aflore, que salga a la luz y se exteriorice, lo mejor de cada persona y lo resaltábamos dando esos premios a la solidaridad de los santeños, a todos los que de forma altruista se ofrecieron para ayudar a los demás, cada uno aportando lo que tenía: desde empresas que se pusieron a total disposición del Ayuntamiento hasta personas que se ofrecieron para hacer la compra a personas mayores, desde profesionales que sirvieron de intermediarios para comprar material higiénico sanitario hasta ciudadanos que se dispusieron a confeccionar mascarillas, desde las fuerzas de seguridad hasta los trabajadores municipales o nuestros agricultores que cada tarde nos tranquilizaban con la desinfección de calles o plazas. Debemos estar orgullosos de nuestro pueblo y de nuestra gente, porque una vez más hemos podido comprobar que somos un “PUEBLO EXCELENTE”.

Vivimos en Extremadura ( y así rememoro discursos de “Días de Extremadura” anteriores) que sigue siendo la “terra incognita”, la tierra por descubrir, la gran desconocida para algunos y la olvidada para muchos.

Vivimos en Extremadura, una tierra con múltiples carencias, con una tasa de paro de las mayores de España, con pueblos que se vacían, con unas comunicaciones manifiestamente mejorables, con una falta de infraestructuras que lastran el desarrollo industrial y tecnológico.

Pero hoy no puede ser un día de lamentos y quejas, hoy es día de alzar la voz y reivindicar que los extremeños somos un pueblo trabajador, con ganas de salir adelante que confía en las muchas posibilidades de nuestra región y que no vamos a escatimar esfuerzos, para de una vez por todas, ubicar a nuestra región en el lugar que merece.

Extremadura es la región para DESPERTAR LOS SENTIDOS, Se ha hablado mucho de Extremadura, a lo largo de los años durante la celebración del 8 de septiembre, y muchas veces lo hacemos a través de tópicos que usamos una y otra vez.

Rememoramos a nuestros antepasados, conquistadores del nuevo mundo, y recordamos a las figuras más insignes de aquel momento, a Pizarro, Hernán Cortés o Vasco Núñez de Balboa. Ensalzamos el espíritu de estos intrépidos personajes y nos aferramos todos los extremeños a ese carácter inquieto y con deseos de encontrar horizontes nuevos, como si todos hubiéramos sido creados iguales y todos formáramos parte de un solo pensamiento y una sola forma de ser.

Cuando hablamos de Extremadura también recurrimos a nuestro patrimonio natural, a la belleza de la Vera, el Jerte, la Sierra de San Pedro, a la riqueza de las Vegas del Guadiana o Tierra de Barros. Presumimos de nuestra riqueza hidráulica y de la diversidad cinegética que puebla nuestros campos.  En definitiva, estamos muy orgullosos de éste Patrimonio y lo ponemos como referente en el desarrollo de Extremadura.

Los extremeños también recurrimos a la historia y a la belleza de nuestros pueblos y ciudades para decirle al resto de España y el mundo que somos un pueblo con  raíces en el Paleolítico y por el que han pasado distintas civilizaciones dejando su impronta cultural y arquitectónica a lo largo de los siglos. Desde la esplendorosa Emérita Augusta, a la Lusitania Visigótica o a los Reinos Taifas de Badajoz.

Pero si de algo tenemos que estar orgullosos los extremeños, es precisamente de los extremeños. Extremadura no es su arquitectura, sus pueblos o sus campos. Extremadura es el esfuerzo de los extremeños que fueron capaces de construir el Teatro Romano de Mérida, la Alcazaba de Badajoz o la Plaza Mayor de Cáceres.

Extremadura no son las fértiles tierras de las Vegas del Guadiana o Tierra de Barros. Extremadura es el sudor y el esfuerzo de los extremeños que cada día se afanan en sacar de la tierra la riqueza que ésta nos ofrece.

Extremadura es la labor llevada a cabo por todos y cada uno de los extremeños a los que solo nos faltan los instrumentos necesarios para seguir haciendo de esta bendita tierra nuestra, el lugar que todos anhelamos y deseamos.

Somos la región del cielo limpio y transparente, con noches de brillantes estrellas, como la nuestra, la Patrona de nuestro pueblo, que ilumina y guía a los santeños por el camino de la solidaridad, la igualdad, la cooperación y la ayuda al necesitado.

Para los santeños, el 8 de septiembre es doblemente simbólico y significativo porque también es nuestro día, el día de nuestra patrona la Virgen de la Estrella, el día grande de Los Santos de Maimona.

Y si es día de ensalzar a nuestra región Extremeña, también es día de valorar nuestro pueblo. Y aprovecho una vez más y no me cansaré de hacerlo, para testimoniar y decir a los cuatro vientos que a mí me gusta mi pueblo, lo tengo que decir alto y claro. Soy un enamorado de Los Santos de Maimona, de sus cosas y de su gente. Y lo digo con la boca llena cuando estoy fuera de aquí y trato de trabajar y poner mi granito de arena para que cada día mi pueblo mejore y así poder sentirme más orgulloso de él.

Yo no quiero caer en el pesimismo de lo negativo, en la queja constante desde la inacción y en la crítica fácil a todo y a todos. Yo quiero resaltar nuestras cosas buenas, nuestras raíces históricas que nos han dejado un importante legado cultural y artístico y que nos dan arraigo y señas de identidad.

Me gustan y me alegro por ello, nuestras plazas y parques; nuestra sierra de San Cristóbal o nuestro Castillo casi invisible y  nuestras blancas y limpias calles que nos nominan como el Piropo Blanco de Extremadura

Me gustan y me alegro por ello, de lo que producimos en nuestro pueblo;  de nuestra uva Eva-Beba con la que tan afrutados y frescos vinos elaboramos, o de nuestros vetustos y autóctonos olivares que nos ofrecen el que probablemente sea uno de los mejores aceites del mundo.

Me gustan y me alegro por ello; de nuestros centros educativos, donde se educan y forman nuestros niños y jóvenes, donde se está forjando el futuro de nuestro pueblo, de nuestra Residencia donde son atendidos y cuidados nuestros mayores o el Hogar de Mayores, un centro de referencia comarcal por su dinamismo y actividad.

Me gustan y me alegro por ello, de nuestras Asociaciones, de nuestro importante tejido asociativo que tienen a la sociedad santeña en constante movimiento con la organización de todo tipo de actividades. Me gusta que hombres y mujeres se impliquen con nuestra sociedad y que abandonen la atalaya de la comodidad y la crítica para dedicarse a trabajar y contribuir de forma altruista por el desarrollo y crecimiento de nuestro pueblo.

Me gustan y me alegro por ello, de nuestras escuelas de deporte, música o pintura, de nuestros equipos deportivos y  de la Yeyi que nos representa por toda la geografía extremeña.

Y me gustan y me alegro por ello, nuestras fiestas y tradiciones: desde nuestra espléndida Romería de San Isidro, Carnavales, Feria de Agosto, Fiesta de la Vendimia hasta nuestras fiestas patronales en honor a nuestra madre, la Virgen de la Estrella.

Tengo que reconocer que me gustan las cosas de mi pueblo, pero sobre todo la Virgen de la Estrella, la devoción en torno a su figura que es el legado más importante que nos vamos transmitiendo los santeños de generación en generación, la capacidad de nuestra madre de aglutinarnos y unirnos en torno a ella y su fiesta, el 8 de septiembre, el día mágico en las blancas casas santeñas y en el entorno del santuario, el día de los reencuentros con los vecinos que están fuera, día de función religiosa, tómbola y Ramo y día de cantinas, verbena y fuegos artificiales, que este año, debido a las circunstancias viviremos de otra manera pero con la misma intensidad y devoción.

Que seamos muy felices, que disfrutemos en compañía de familiares y amigos, y que vayamos siempre pregonando con orgullo, que “en la Vía de la Plata y en el Camino de Santiago,… se encuentra Los Santos de Maimona, el Piropo Blanco de Extremadura”.

Y qué mejor que finalizar con música, como hacemos cada año. Y la música hoy debe tener “aires morenos que vengan de Guadalupe” pero también señas de identidad. Y las señas de identidad a los extremeños y a los santeños nos la dan el himno de Extremadura y el himno de la Virgen de la Estrella:

“NUESTRAS VOCES SE ALZAN,

NUESTROS CIELOS SE LLENAN

DE BANDERAS, DE BANDERAS

VERDE, BLANCA Y NEGRA”

 

“GUADALUPE ES UN JARDÍN,

DE FLORES MUY ESCOGIDAS

PERO LA ROSA MEJOR

ES LA VIRGEN MORENITA.”

 

“RADIANTE ESTRELLA DE NUESTRO CIELO

QUE DE LOS SANTOS ERES BLASÓN;

POR TI SE FUNDEN EN NUESTRO SUELO,

LA FE MÁS VIVA Y LA TRADICIÓN.”

 

VIVA EXTREMADURA, VIVA LA VIRGEN DE GUADALUPE, VIVA LA VIRGEN DE LA ESTRELLA.

 

VUESTRO ALCALDE

MANUEL LAVADO BARROSO